Todavía estoy sorprendida. Domingo por la tarde, y
el monito estaba súper cansado, pero no había quien le durmiese. Fue
hacia el prechero: “igo igo!!” (quería el abrigo). Le puse el abrigo y
las zapatillas y scó el carro de su sitio, yo
no daba crédito. Se subió en el carro y se recostó, salimos de paseo…
¡¡y se quedó frito!! Con lo que le cuesta dormirse!!
Creo que es la primera vez que se duerme conmigo en
el carro, es que ni siquiera de recién nacido se dormía!! Y no solo se
durmió, sino que aguantó allí unas cuantas horas…
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