el fin de semana pasado decidimos, por fin, quitar el capazo del carro. total, hace meses que no lo hemos usado. pusimos la silla y sentamos al monito para probar. la pusimos de espaldas a la marcha, para que nos viese, y por el pasillo de casa parece que le hizo gracia eso de ir sentado y moviéndose.
así que, ilusos de nosotros, pusimos el saco, le pusimos un abrigo y salimos a la calle. aunque no lloró, no parecía que le hiciese ninguna gracia, intentaba sacar todo el rato las manos, y con el frío que hacía se le quedaron heladas. iba con cara de susto, intentando salirse del saco, y a los cinco minutos empezó a protestar más enérgicamente.
hemos vuelto a la mochila, mucho más cómoda de momento para nosotros y para él, pero seguiremos probando, porque en algún momento puede que nos haga falta que vaya contento en la sillita.
así que, ilusos de nosotros, pusimos el saco, le pusimos un abrigo y salimos a la calle. aunque no lloró, no parecía que le hiciese ninguna gracia, intentaba sacar todo el rato las manos, y con el frío que hacía se le quedaron heladas. iba con cara de susto, intentando salirse del saco, y a los cinco minutos empezó a protestar más enérgicamente.
hemos vuelto a la mochila, mucho más cómoda de momento para nosotros y para él, pero seguiremos probando, porque en algún momento puede que nos haga falta que vaya contento en la sillita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario